LA ESTRELLA DE
NAVIDAD
En una fría temporada
En el cósmico lugar
Inclinado más al calor que al frío
Y más que a la montaña hacia el llano
El niño dios sonrió en la cueva para salvar al mundo.
El blanco aullaba, barría:
Así la tiza del invierno
borra y atiza en el desierto.
A El todo le parecía enorme: los pechos de la madre
El vapor amarillo de las ventanillas nasales de los toros
Los magos Melchor, Gaspar y Baltazar
Sus regalos traídos de tan lejos.
El era sólo un punto.
Y un punto era la Estrella.
Que atenta, sin parpadear, entre una misteriosa nube,
Sobre el pesebre del bebé,
Desde lejos, en el otro final,
Al fondo del Infinito,
Miraba hacia la cueva.
Y era Ella
La mirada del Padre.
En una fría temporada
En el cósmico lugar
Inclinado más al calor que al frío
Y más que a la montaña hacia el llano
El niño dios sonrió en la cueva para salvar al mundo.
El blanco aullaba, barría:
Así la tiza del invierno
borra y atiza en el desierto.
A El todo le parecía enorme: los pechos de la madre
El vapor amarillo de las ventanillas nasales de los toros
Los magos Melchor, Gaspar y Baltazar
Sus regalos traídos de tan lejos.
El era sólo un punto.
Y un punto era la Estrella.
Que atenta, sin parpadear, entre una misteriosa nube,
Sobre el pesebre del bebé,
Desde lejos, en el otro final,
Al fondo del Infinito,
Miraba hacia la cueva.
Y era Ella
La mirada del Padre.
(Traducción de Víctor Toledo)
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