miércoles, 4 de julio de 2012

Pascal Quignard (1948, Verneuil-sur-Avre, Francia)



De: Butes (Sextopiso editorial, Madrid, 2011)


La música no re-presenta nada: re-siente.

Es como los nombres cuando los nombres todavía no hacen sino resonar el afecto. Todo el mundo experimenta esta música de la lengua cuando la lengua no es todavía un lenguaje y no se ha “apoderado por la fuerza” del alma mucho tiempo antes de que se le aprenda. Estos sonidos — y no sus significados — van a hacernos siempre levantar y dirigirnos hacia aquellos que nos llaman. Nuestros nombres nos reclaman hasta nuestra muerte. Así es como la voz antigua de un pájaro con senos de mujer llama a Butes. Lo llama mucho más que por su nombre: lo llama por el pálpito de su corazón. Así es como Butes abandona la fila de los remeros, renuncia a la sociedad de los que hablan, salta por la borda, se arroja al mar.  




Traducción de Carmen Prado y Miguel Monrey

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